«Más de 1.500 artistas en escena, más de 5.000 asistentes, 24 temas inolvidables». Así se anunciaba el Evento Inaugural del Fair Saturday para este año, una experiencia increíble con muchísimo trabajo detrás en la que tuve la gran suerte de participar.

Este ha sido, sin duda, uno de los conciertos más especiales para mí personalmente. No solo por haber tocado junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) obras tan emotivas como el Nessum Dorma de Puccini y O Fortuna de Orff, así como las preciosas bandas sonoras de The Polar Express de Silvestri y, cómo no, Star Wars de Williams. Aparte de todo eso (que no es poco), lo que ha hecho de este acto una experiencia inolvidable ha sido la oportunidad de tener mi momento de gloria como solista en la Variación XVIII de la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rajmáninov.
Gracias a esta experiencia, he podido vivir el gran trabajo que hacen los músicos de la BOS y conocer de cerca al maestro José R. Pascual-Vilaplana. La labor del director en este evento en concreto es digna de mención, ya que ha tenido bajo el control de su batuta a un coro de más de 1.000 personas, además de la propia orquesta sinfónica. Y con toda la dificultad técnica que supone la producción de sonido en una formación de esas dimensiones, qué menos que agradecer el trabajo realizado por los técnicos.




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